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viernes, 28 de diciembre de 2012

Mi padre me ha conseguido una botella, en un estado aceptable, de la cerveza Alcázar de Jaén, de hace unos treinta años. Hace tiempo que buscaba esta botella ya que, como jiemnense que soy, le tengo mucho aprecio a esta marca, mucho más si cabe desde hace unos años ya que dejó de fabricar y existir en sí, absorbida por Cruzcampo.

Bueno, aquí os dejo con el Castillo de Jaén presente esta nueva adquisición:


El fantasma del empleo futuro


El fantasma del empleo futuro.

 

Es desesperante este canal de comunicación,

mis palabras acuosas inundan sus mentes de aceite

en el mejor de los casos, ya que en alguna ocasión

 

mi discurso desértico suena como el aleteo

de los coches en la M30, lejano, soportable,

ajeno, tan prescindible como el absurdo deseo

 

de aprender delirios que jamás saldrán a subasta.

Ojalá fuera el fantasma del empleo futuro

y a través de mí, Dickens les hiciese ver la nefasta

 

mano que la vida, hecha crupier, le tiene preparada

a casi todos, pero con más vehemencia si cabe

a aquellos que no están dispuestos a arriesgar nada.

 

Resisto tentado a abandonarme a la mediocridad,

me niego a llamar bueno a lo que simplemente no es malo

a costa de parabienes y de popularidad.

 

Cual segundo apellido mi legado está condenado

a esfumarse con el paso del tiempo, más dejará

una impronta de compromiso y esfuerzo en el encerado.

Números amigos

Números amigos

Se dice que dos números son amigos si los divisores propios (todos menos el mismo número) de uno suman el otro y viceversa. Ejemplo:

Los divisores propios de 220 son 1, 2, 4, 5, 10, 11, 20, 22, 44, 55 y 110.
Los divisores propios de 284 son 1, 2, 4, 71 y 142.

Si sumamos los primeros 1 + 2 + 4 + 5 + 10 + 11 + 20 + 22 + 44 + 55 + 110 = 284
y si sumamos los segundos 1 + 2 + 4 + 71 + 142 = 220

Por lo tanto, 220 y 284 son números amigos.

Se fueron descubriendo otras parejas de números amigos tales como: 1184 y 1210, 6232 y 6368, 1184 y 1210, 17296 y 18416, 9363584 y 9437056 gracias a matemáticos tales como Fermat o Descartes, con el avance de la informáticas se pueden encontrar muchos más: http://www.vaxasoftware.com/doc_edu/mat/numamigos_esp.pdf

Como curiosidad podemos observar la importancia de la amistad en las matemáticas, ya que si un número es amigo de sí mismo, se dice que ese número es perfecto, como por ejemplo el 6:

Los divisores propios del 6 son 1, 2 y 3 y fácilmente se puede comprobar que 1 + 2 + 3 = 6.

Otros números perfectos son: 28, 496 y 8128.

Es curioso comprobar que si generamos las sumas parciales de las potencias de 2, y obtenemos que una suma genera un número primo, el resultado de multiplicar este número primo por el último sumando será un número perfecto. Por ejemplo:

1 + 2 + 4 + 8 + 16 = 31 que es primo, entonces 16 x 31 = 496 es perfecto.

Otros números perfectos descubiertos por este método son: 33550336,  8589869056 y 137438691328.

Llamar perfecto a una persona que es amigo de sí mismo puede sonar algo narcisista, pero de los números narcisistas ya hablaremos otro día.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Divago


Divago
En aguas de enrevesadas ideas me zambullo
reliándome entre los cordeles de pensamiento
que maniatan esperpénticamente mi orgullo
haciendo de un posible logro un inútil intento,
mas más me obceco en el lugar donde me aturullo,
más exijo y cuestiono a mi escuálido talento
sonsacándole un comienzo, un inaudible murmullo
que con ingenio, tenacidad y un poco de tiento
pueda hacer nacer un renglón, un imberbe arrullo
que embauque a las musas en un tibio enamoramiento
para que nos muestren la salida de este barullo,
de esta encrucijada donde encarcelado me siento. 

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Mis últimas adquisiciones, dos dioses nórdicos:


 
Ricas, ricas, artesanales y madrileñas
 
Os dejo las reseñas de ambas para catadores más exigentes:

Tras el día de los difuntos


Tras el día de los difuntos.

 

Hoy no puedo aguantar a los graciosos,

ni a los que te marcan el camino

aduciendo que saben qué destino

se esconde entre tus miedos pantanosos.

 

Hoy detesto los mensajes ruidosos,

huyo del comportamiento anodino,

huyo del imprevisto repentino

que hace de mi día sueños borrosos.

 

Hoy será un pasado olvidable,

mi moral está rota por los suelos

tan solo quiero dormirme otra vez.

 

Sé el porqué de mi día lamentable:

anoche me pasé con los buñuelos

y en mi estómago sobra la acidez.

sábado, 15 de diciembre de 2012

La noche


La noche

Cuando desperté aún era de noche,
aunque la verdad es que fue de noche durante  todo el día,
fue de noche en las almas
de los trabajadores
de las empresas
de las ciudades
donde el cielo lució su noche.
Durante unos segundos el cielo amagó azules
que se derritieron en un gris
oscuro, opaco, plomizo, pesado,
cargante, monótono y triste, muy triste.
El cielo, como yo, estaba cansado,
tan cansado que apenas llovió,
era demasiado esfuerzo volcar gota a gota
el hastío que provocaba la oscuridad de esta noche
desorientada, confundida y mal colocada
que se coló en la cola de los días
anticipándose a sí misma de una forma grosera,
maleducada y carente de la más mínima compasión
por los rayos de un sol que era necesario,
un sol que era buscado por miles de osados ojos
que obviando la posible ceguera
escudriñaban entre cúmulos y estratos
como gatos callejeros en cubos de basura.
Tan de noche era que mi alma
se puso el pijama antes de llegar a casa,
se lavó los dientes para quitarse el sabor
de los sinsabores del día, perdón, de la noche
transcurrida durante todo el día
y justo en el último momento,
en ese momento en el que vas a cerrar los ojos,
mis ojos te vieron, mi alma te vio,
hasta mi estómago te vio
y en ese preciso momento se hizo de día.

La primera bala

Hay días que da pena poner las noticias, sólo ves violencia y a veces pienso cómo empezó todo esto




La primera bala

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
 Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
Miguel Hernández

Qué excusa guio la primera bala,
que sinrazón pudo ser la razón
que arrancó la vida de un corazón,
Qué excusa sirvió de antesala,

qué triste mente pudo ser tan mala
quién fue el primero en esta aberración,
y quién tras esta sangrienta acción
pudo además jactarse y hacer gala.

Cuán terrible fue esa primera ofensa
para que pudiese alegar defensa
aquel que fue el primero en dispararla.

Por qué se disparó por vez primera
por qué esa bala fue tan certera
y por qué nadie consiguió pararla.


Campo minado






Campo minado

Este caminar en campo minado
precavido, asustado y sigiloso
avanza dejando tras de sí el poso
de la duda de si habrá acertado.

El deshacer el camino andado
hace tiempo que es más peligroso
que tratar de hacer que sea honroso
cada uno de los pasos ya dados.

A veces la senda es más importante
que el suculento premio que le espera,
de ahí el continuar hacia delante

con el anhelar de salir triunfante
en la disyuntiva perecedera
que te prejuzga instante a instante.